El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha amnistiado a 16 independentistas condenados por atentado contra la autoridad durante cinco protestas en Barcelona entre 2018 y 2020, y en algunos casos por lesiones. Se trata de siete de los casos que la sala de apelaciones del alto tribunal tenía sobre la mesa, pendientes de recursos contra las condenas impuestas por la Audiencia de Barcelona y sobre los cuales se había pedido la amnistía por parte de las defensas. A todos se los absuelve de las responsabilidades penales y de las económicas, que no sean las indemnizaciones a policías lisiados, que quedan fuera de la ley de amnistía.
Se trata de seis jóvenes arrestados por las protestas del 30 de enero de 2018 en el parque de la Ciutadella cuando se frustró la investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat, cinco de los cuales fueron condenados a 5 y 12 meses de prisión, y uno estaba pendiente de juicio; dos condenados en un año de prisión y uno a siete años y medio por dos protestas de octubre del 2019 en el centro de Barcelona; Víctor Verdejo, condenado a tres años de prisión por la protesta del Tsunami Democràtic en el Camp Nou el diciembre del 2019; y los llamados Tres de Granollers, condenados a tres años y tres años y medio de prisión por disturbios cerca de plaza Catalunya el 1-O de 2020.
En el primero de los casos, estaban acusados siete jóvenes por disturbios dentro de la Ciutadella, de los cuales uno, quedó absuelto. De los otros seis, uno todavía estaba pendiente de juicio, y los otros cinco fueron condenados a penas menores, de entre 5 y 12 meses de prisión, por atentado contra la autoridad tras encararse y agredir a varios antidisturbios que actuaban en la zona. No obstante, todos quedaron absueltos de los delitos de lesiones y desórdenes públicos.
Durante la protesta del 16 de octubre del 2019 en el centro de Barcelona contra la sentencia del Tribunal Supremo, un hombre tiró varios cohetes, uno de los cuales cerca de un helicóptero de los Mossos d'Esquadra. Cuando iba a ser detenido, se resistió y lesionó a un agente. Fue condenado a un año de prisión por atentado contra la autoridad y lesiones.
También queda amnistiado otro condenado que, el mismo día, echó piedras contra policías nacionales, quemó un contenedor, dañó un cajero automático e hizo varias barricadas. Fue condenado a tres años de prisión por desórdenes y daños.
A causa de la protesta del 18 de octubre del 2019 en la plaza Urquinaona, un manifestante fue condenado a un año de prisión por atentado y lesiones después de lanzar una piedra contra un policía nacional. Otro fue condenado a siete años y medio de prisión por atentado y lesiones al tirar petardos y adoquines contra varios policías nacionales, mientras que un tercero quedó absuelto.
Igualmente, se amnistía a dos personas condenadas en un año de prisión, cada una por lesiones, en el marco de unas protestas del 19 de octubre del 2019, también en la plaza Urquinaona de Barcelona. En este caso, ambos estaban condenados para agredir a un agente de los Mossos d'Esquadra que estaba identificando a una compañera de las protestas.
La sentencia de la Audiencia de Barcelona contra Verdejo, de Vilanova i la Geltrú, consideraba probado que tiró una botella de vidrio y una piedra a la línea policial que separaba dos grupos de signo contrario concentrados a las inmediaciones del Camp Nou, así como que agredió los agentes que lo detuvieron por los lanzamientos. Según el relato de hechos probados, hacia las ocho del anochecer del 18 de diciembre del 2019, el acusado formaba parte de la concentración convocada por Tsunami Democràtic en Travessera de les Corts, esquina con la calle Maternidad.
Era una concentración que se llevaba a cabo en la misma hora y en una zona muy próxima a los jardines Bacardí, punto habitual de concentración de los grupos más radicales de forofos en el Barça. Durante el recorrido para acceder al estadio, parte de estos seguidores radicales coincidieron con un grupo de unas 300 personas que habían participado en el acto convocado por Tsunami Democràtic. Los Mossos d'Esquadra se interpusieron entre los dos grupos, de signo contrario, según la sentencia. El texto relata que desde el grupo de las 300 personas, colocado ante la línea policial, empezó a haber lanzamiento de piedras, botellas de vidrio y adoquines contra los agentes. La sentencia identifica al condenado dentro de este grupo.
Por último, en el caso de los Tres de Granollers, la Audiencia de Barcelona los condenó para echar piedras contra al menos una furgoneta de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra durante los disturbios de una manifestación por el centro de Barcelona, en concreto en la confluencia de las calles Balmes y Pelai. Cuando fueron arrestados, opusieron resistencia y golpearon a algunos agentes. Los tres quedan exentos de responsabilidades penales, pero no de las indemnizaciones a los agentes lisiados.
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